u dank

creo que una vez mas el caballero había tomado sus armas, su corazón que en ese momento latía con inpetus de taquicardia. conocía su destino, ante sus pies miles o tal vez solo millares de libros que se tendían unos junto a otros empezaban a arder en llamas, su libertad era esa,que en una jaula de carne a la cual le gustaba llamar cuerpo buscaba desesperada mente una salida mas no e de suponer mas por que hasta ese día yo no era en el si no el en mi y eso era lo importante en ese momento, no quiero narrarles una historia, pues creo ciegamente que la única manera de que sus almas comprendan, es así entrando  en ella que ya no sea yo,en ustedes sino ustedes en mi pues así fue que que yo le comprendí.